martes, 10 de marzo de 2015

Tiempo

El tiempo pasó,
el reloj se detuvo,
algo extraño sucedió,
algo raro se quedo
en mi corazón.
Algo inevitable
sucedió,
perdí la noción
al saber que
algo no me dejaba
respirar
ni pensar.
Solo basto un momento
en darme cuenta
que Te quiero...
un poco más.

Levántate

Yo lloro,
tú lloras,
alguna vez todos hemos llorado,
es algo normal,
muestra que eres humano
y es hermoso demostrarlo,
no es nada raro,
sólo expresas
lo que te hace daño,
nada es un engaño,
sólo debes ser tú,
sólo tú,
porque siendo como eres
le encantas a la gente,
aunque tropieces
no significa que no puedes
ser fuerte,
levántate
y demuéstrale a la gente
que la solución no es la muerte,
la solución es levantarte
y comprender que sí puedes,
nada está perdido,
nada es un laberinto,
sí tú puedes,
yo puedo,
él puede,
todos podemos alcanzar
lo que alguna vez soñamos
alcanzar,
la vida no es imposible,
si logras luchar
contra ella,
lucharás por ella,
nada es fácil
claro está,
así que levántate
y sé que lo lograrás
y que harás felices
a los demás.

Feliz Navidad

¿Feliz Navidad?,
tan feliz no era,
murió Chaplin
en una época no tan nueva,
Santa Claus no vino
pues ¡vaya!
he crecido.
Nos vestimos
con ropa que nunca vimos,
la tierra se mueve
explotan los cohetes,
los perros aúllan,
y los niños lloran.
¡Es una celebración!
grita el vecino
dándose cuenta después
que un ojo ha perdido.
Las casas de incendian,
festeja la muerte
llevándose de a poco
a los que ya no viven
en esta miseria.
Tiros por el aire vuelan
y se detienen chocando
en la carne viva.
Los políticos de fiesta
y los comercios se cierran,
el miedo se acerca,
la ciudad se mantiene ciega,
un muerto en la calle vieja.
Niños abandonados
que ya no buscan un pasado,
embarazadas con alegría
y otras con agonías.
Alcoholizados envueltos de locura,
menos tendidas sin ninguna ternura,
vidrios rotos,
vidas yéndose sin ningún pretexto.
Es verdad,
es una Feliz Navidad,
es una feliz...
una pobre ironía.

El pañuelo

Estarás a mi lado
en el cielo dorado,
pero fue un hecho equivocado,
y desgraciadamente fui herido
hasta quedarme perdido.


Creí que eras mía,
creí que me pertenecías,
pero fue un hecho equivocado
y tristemente perdí
tu mano.


Con un descuido nuestras miradas se cruzaron
y enamorado quedo mi pobre corazón,
que poco a poco fue olvidado.


Tú te alejaste,
tu carruaje se alejó,
casi sin decir adiós
pero de lejos percibí
algo que me destruiría
al fin.


Quede suspendido en el tiempo,
el reloj se ha detenido para mí,
alguien más yacía a tu lado
y apenas pude ver
tu silencioso adiós
con el pañuelo agitado
que apuñalaba de a poco
a mi corazón cruelmente
enamorado.