lunes, 5 de agosto de 2019

¿Se puede romper un corazón que ya no late por amor?

¿Se puede romper un corazón que ya no late por amor?
Ya no es una pregunta, es una afirmación;
pensé en decírtelo... pero no hay caso
¿para qué hacerlo? Si te marchaste sin ni siquiera saberlo.
Supuse que desde mi pecho ya no latía,
que todo ya estaba negro,
pero hasta la piedra más dura es capaz de romperse,
partirse en dos.
Qué ilógico, eliges a quién amar pero no esperas que será
el que te pueda, quizás, matar.
A pesar que ni siquiera eras el aire que respiraba, pero eras
a quién yo confiaba; esperaba, de alguna forma, no voltearme
y mirar hacia atrás, sí, eso es, aquello que pensé que perdí...
en realidad fue que tú... tú fuiste el que me perdió; ahora lo sé.

(5 de Agosto de 2019)

Música inspiradora

Nunca sabrás lo mucho que hice por ti
y aunque te dieras cuenta ya no regresaré,
y ya nada volverá a ser como aquel momento en
que quisiste volver el tiempo hacia atrás;
ya no más... te deje atrás.
Hasta nunca M.R.F

jueves, 11 de julio de 2019

Late sin remedio,
late sin explicación,
cómo decirte lo que siento,
si por ti muero
pero aún así sé que me pierdo.

martes, 9 de julio de 2019

¿Qué es el amor? No lo sé, no lo conozco.
Te veo, veo tus ojos, allí hay amor,
pero es algo que no reconozco.
Podrías hacerme la persona más feliz del mundo,
eso lo dices tú, en cambio, por mi lado
no podría tomarte de la mano,
abrazarte sin hacerte caso,
besarme como un loco enamorado...
No, yo no podría sentir aquello mal dicho
"el amor";
amar no me es fácil, eso lo sé,
mi corazón quedo roto la última vez,
ya no palpita, ya no siente,
solo quiere la muerte.
En fin,
¿qué es el amor? Eso sientes tú por mí,
y yo no iría por ti.

sábado, 29 de junio de 2019

Nuestros caminos fueron separados...
Había decidido morir, en cambio tú, habías decidido seguir con vida...
Pero no me morí mientras que tú yacía acostado en un cajón... qué difícil que es la vida.
El hilo rojo del destino nunca nos separó y ahora estas muerto...
Beso tus labios y me cuelgo;
Ahora los dos estamos en un mismo cajón. 

sábado, 22 de junio de 2019

No quiero volver a dártelo.
A entregártelo todo.
¿Cómo no sabes que será
otro de todos tus fracasos? ¿No podrá olvidarlo?
Aún te amo.
Mi mente te niega,
mi corazón necesita
que todo se repita,
los recuerdos quieren regresar,
pero me volverás a engañar.
Volver a lastimar.

(19 de Junio)

jueves, 20 de junio de 2019

Esperarte

Perdón por seguir esperando, 
esperando sin saber que esperar;
guardé aquellos sentimientos en alguna caja
y traté de hacer como si no hubiese pasado nada.
Me convertí en brisa, invisible pero estática a tu lado,
es irónico, no ser nada y simplemente estar esperando en vano.


























martes, 28 de mayo de 2019

Hermosa dama

¿Quién es la que veo por la ventana?,
no es Julieta, no es la hermosa dama,
x
la ventana está vacía,
ya nada queda en aquella ventana.


Ya no existen las miradas enamoradas,
ya no existen las miradas perdonadas,
la hermosa dama ha desaparecido al fin,
se ha ido sin una despedida,
sin una alegría,
se ha ido... sin una sonrisa de la bella vida,
de la bella vida de una agonía.


Se ha ido de la vida,
se ha ido de la muerte...
aún la escucho todavía,
la hermosa dama llora
por los rincones de la vieja casa,
llora desde aquella vieja ventana.


Una extraña soga roja se mueve sola,
no hay viento, no hay brisa,
la extraña soga está maldita.


¿Allí es en donde la hermosa dama ha perdido la vida?,
¿allí es en donde la hermosa dama estaba toda la vida?,
la dama estaba triste,
la dama estaba sola,
la dama se ha desprendido de la vida,
se ha desprendido de las miradas enamoradas de la cruel vida.


¿La hermosa dama sigue allí todavía?,
¿la hermosa dama se encuentra allí?,
no lo sé, sólo sé que aún la escucho...
todavía.


Fin

(2013, continuación de Extraña dama)

La dulce dama

Lo que un día fue amor
en amargura se convirtió,
x
las flores se marchitaron,
el vestido blanco se arruino,
las lagrimas no cesaron
al ver que la dulce dama
ya no posee un corazón
enamorado.


Su mano quedo tendida
sobre el aire,
su mirada quedo atrapada
en el helado cielo gris,
sus ojos no pestañaron,
su frágil cuello se quebró
al igual que su enamorado
que le partió el corazón.


Pasaron ya los años
todo se olvido,
al igual que el amor
que se perdió,
el recuerdo le condena,
sobre una tumba llora su tristeza,
llora con dolor,
llora sin sentir perdón.


Pasaron ya los años
y todo se olvido,
el amor que prometió
se desvaneció,
y apenas se convirtió
en el recuerdo de la dulce dama
a quién poco amo.


Fin

(2014)

Extraña dama

Mis miradas se borraron
con el paso del tiempo viejo,
la extraña dama ya no aparece
x
desde su vieja ventana,
ya nada queda allí,
ni si quiera las miradas enamoradas
de la extraña dama.


Ya no aparece, ya no espía,
¿la dama ha desaparecido de su cruel vida?,
ni si quiera se ha despedido del joven enamorado,
del joven que la ha perdonado.


Mis miradas ya no le pertenecen,
su corazón ya no me pertenece,
¿qué ha sido de la extraña dama que
me espiaba desde su vieja ventana?.


La extraño, la espero con las manos
en mi pecho, mi corazón la reclama
pero la extraña dama se ha borrado del mapa,
se ha borrado con su alma.


Mis miradas se extinguieron
al ver que la extraña dama
ha desaparecido en el viejo tiempo del pasado,
en el viejo tiempo de mi corazón enamorado.


Extraña dama ¿donde estás?,
extraña dama ¿donde estarás?,
cada suspiro... es un suspiro de amor,
un suspiro de mi pobre corazón.


Fin

(2013)

La dama misteriosa

x
La dama está triste,
¿qué tendrá la dama?,
sus ojos empapaban a una vieja tumba,
el olvido la extraña
y el pasado la ahuyenta
sin darse cuenta
que el futuro no le espera.



El pobre tiempo se ha detenido
para ella que de un ahogado llanto
sumerge sus frías penas y unos
búhos llora de lo más profundo
al ver que la dama desaparece
con tristeza.

FIN

(2008)


La soledad


La nieve cae tan silenciosamente y cubre de prisa lo que alguna vez fue un sendero sin niebla, es irónico como algo viene sin avisar y se va sin que lo llamen, es algo así la soledad que en algunas veces está acompañada con la depresión y en casos extremos va de la mano con la desesperación. Hoy no tengo ninguna de las dos últimas. Hoy solo tengo tristeza profunda.
Hace frió como de costumbre y las pisadas se quedan marcadas en el suelo viejo sin percatar que en casa algo falta. El hijo no está, el hijo se ha ido, no es raro, muchas veces lo hace y no tiene gran importancia; el muchacho ya no es un niño, es independiente y trae dinero en casa, su presencia no se hace notar con mucha frecuencia.
Sale y su vida está afuera, camina y se mantiene suspendido en sus pensamientos; posee un nudo en la garganta, apenas tiene un gusto amargo en los labios, quiere llorar pero no puede, y susurro apenas sin que nadie me escuche: estoy solo…
Aparece una sombra que va detrás de él sin hacer ruido, no quiere que lo descubra pero siempre ha sido su amigo, mantiene una cierta distancia para no tropezar con él chico y sabe que a él también le hace frió. Pone sus manos en los bolsillos y esconde su barbilla en la bufanda que se mueve en la brisa, la diferencia entre él y el muchacho, es que él no tiene los audífonos puestos por lo que va a ser difícil, piensa, de que se dé cuenta de su presencia.
Esta roto, ya lo sabe hace tiempo por eso no lo deja solo ni por un instante, aunque no se atreve a llamarlo y espera con prudencia afuera del lugar que el joven trabaja, es mejor esperarlo fuera, no quiere ser una carga allí dentro. Y cuando sale lo sigue como si estuviera acechándolo, lo único que mira es su espalda, se está marchando a casa; mientras que de lejos le siguen otros fantasmas.
La sombra se da cuenta de eso y se vuelve a ellos, no, miren, le dice, búsquense al suyo, estamos juntos hace mucho. Al decir esto lo miran por un momento y cada uno se marcha sin quedar ninguno. Al detenerse para ahuyentarlos pierde lo más preciado, ha perdido su rastro, se le abren los ojos como platos, ¿dónde se habrá metido el muchacho?
Mira por todas las direcciones y corre como loco para dar con él, traspasa a la gente y no lo ve, siente una sensación rara en sus ojos, quiere llorar pero no puede, encontrarlo debe. Sin él no posee hogar ni vida, ya no podrá seguir adelante tratando de ocultarse, se rompería en trisas y no podría volver a levantarse con prisa, dejaría de existir y aún así el mundo seguiría rodando sin ningún cambio.
Al correr una sombra igual que él lo persigue, lo sabe y siente la sensación de que se está ahogando, sigue hacia adelante, no quiere verlo ni tropezar con el sujeto. Pero ya cansando se encuentra que cae encima de sus piernas, murmura palabras incoherentes y tiembla de manera violenta hasta que todo cesa cuando una mano lo consuela.
Se gira apenas y ve que es la sombra, no sabe qué decir, se queda helado mirándolo y apenas se calma para llegar a preguntarle “¿Quién er…” pero el otro le interrumpe.
—Levántate —le dice —antes que sea tarde.
Él no comprende, ¿tarde?, ¿tarde para q…? Se interrumpe, lo mira alarmado al otro, su labio inferior apenas se mueve.
—Tranquilo —le dice —, no he venido con la muerte.
Él no dice nada, no entiende.
—No lo he traído, el chico solo nos necesita a nosotros dos; vamos, yo sé donde está.
Alarga con miedo su mano, le toca la palma al otro con los dedos fríos, el otro se la estrecha y sonríe, se levantan y corren ambos sin ninguna posibilidad de tropezarse. Apenas ríen y en su cara escapan las lágrimas que no dejo libres.
Al llegar se encuentra en un lugar oscuro, frió y ve apenas en un rincón algo que se mantiene tieso, se escucha, escucho y veo que su corazón se enciende, miro con miedo al sujeto.
—Es el chico —me explica —, ha llegado la hora de ayudarlo.
No lo comprendo y sin dejar de soltar mi mano me arrastra hasta donde el joven se encuentra; nos agachamos, yo por un lado, él por el otro, nos soltamos, y deja caer sus manos en el hombro y en la cabeza del chicuelo, finalmente lo abraza.
Su corazón se hace más visible, es como si ardiera por dentro, entonces hago igual que el sujeto, abrazo al que me pertenece y lo escucho susurrar de repente.
—Ya no puedo más, ya no puedo más, ya no puedo más…
Ha llegado la hora.
Tiembla y se retuerce, grita con todo lo que puede, grita como si le doliese, y lloro y sé que también el otro lo hace, solo que en su rostro posee una sonrisa llena de alegría… lo he comprendido… estaba perdido.
— ¡Ya no puedo más! —Grita el chico — ¡Qué todo se termine! ¡Ya no aguanto más!
Y sigue gritando, nunca lo dejamos, nunca lo soltamos, yo y mi compañero… la soledad y la depresión, es hora de capturar a la desesperación, es hora de calmar todo y volver a la normalidad.
— ¡No! ¡Ya no puedo… ya no puedo más! ¡Por favor, por favor… detén esto! ¡Ya no aguanto más! ¡Ya no aguanto más!
[…]
Fue extraño, su grito se convirtió en eco, su boca seguía abierta, sus lágrimas seguían corriéndole por la cara, y nosotros dos con una sonrisa y alargando nuestros brazos en el interior del muchacho.
Es quizás difícil comprenderlo ahora que en su corazón, muy dentro de él estaba creciéndole la sombra de la desesperación… y los tres lo estábamos consumiéndolo… lo sacamos a tiempo y la persona dejo de gritar y quedo inerte tan silenciosamente en el suelo. Quedo allí, no lo despertamos, tenía que descansar y los tres nos fuimos andando cada uno por su camino, marchándonos sin que nos llamen a pesar que llegamos… sin avisarle.
[…]
Hace frio como siempre ha hecho en el invierno, llueve apenas, pero llueve finito y poco a poco veo apenas… al muchacho que se aleja… aún le duele, es compresible pero lo importante es que aún sigue firme.
Sonrió  para mí mismo y tiro el cigarrillo, me pongo el sombrero y abotono el abrigo, lo miro alejarse y espero prudentemente a que se aleje pero nunca lo pierdo de vista, porque soy su amigo, y aunque sea una sombra no lo volveré a tocar sino morirá.
Es absurdo, lo sé, nunca podre ser como él, ni él podrá fijarse en mí otra vez, porque esa noche murió algo… morí con él y nació la esperanza que dejo ayer, la esperanza de seguir viviendo… otra vez.



Fin

(Febrero de 2016; dedicado para M.R.F)


No lo hiciste...

No lo hiciste, lo prometiste como muchas veces al día y ni una cumpliste; pero aún así es raro, siempre termino perdonando.
“Iremos a pasear… en cuanto termine con esto”, “te daré amor… en cuanto termine esto”, “ya voy… en cuanto termine esto”. ¿Alguna vez lo terminaste? Nunca lo hiciste, pero aún así te esperaba porque siempre te perdonaba, y no podía entender como otros cumplían lo que decían, mientras que tú te entretenías mirando aquella pantalla, ¿acaso esa cosa se alegrará por verte en cuando vuelvas a casa? ¿Te consolará cuando sientas que ya no puedes? ¿Le abrazarás fuertemente en la cama cuando hayas tenido una pesadilla?
Y esperé como siempre había esperado, pero es obvio que me han reemplazaron, pero aún así esperé tus promesas, tenía fe que las cumplieras  pero… no lo hiciste.
Y ahora ni si quiera puedo ver tu cara llorosa cerca de mi tumba, porque me avergüenza que me preguntes el porqué me morí. Morí amo… morí porque nunca hiciste lo que dijiste.

FIN

(2016)

Extraño...

Extraño sentir al corazón descontrolado
como si estuviera enamorado,
ya nada esta palpitando
ni puedo llegar a pensar que tengo la cabeza girando
por todos lados.
Me es raro, sentir que todo ha terminado,
que ya no me tomarás de la mano,
ni te escucharé roncando a mi lado.
Extraño lo que pudo haber pasado, pero
para ti ya todo quedo olvidado; ya eres
parte de alguien amado; mientras que yo
aún recorro las calles buscándote
por todos lados.
Desesperado, extraviado, me tropiezo,
no me levanto, me quedo en el suelo,
miro al cielo, suplicando; esperando en vano
a que un día como cualquier otro por fin
pueda pronunciar esas palabras que he callado,
aquel tan añorado "te amo".

(17 de Mayo de 2019)